Implantes molares

La falta de un diente acarrea problemas evidentes en la apariencia estética  y en la función masticadora. En el caso de los molares, el problema estético es menor pero, a cambio, se multiplica la pérdida de capacidad masticadora.

La mejor opción para paliar la pérdida de molares es, sin duda, el implante dental. Pero los implantes molares y premolares conllevan mayor complejidad que los implantes de incisivos y caninos.

La pérdida de molares y premolares complica enormemente la masticación

Los molares son las piezas dentales planas y anchas situadas en la parte más posterior de la boca. Y los premolares, de menor tamaño y similar forma, son las piezas adyacentes a los molares.

Ambos son imprescindibles para que la trituración de los alimentos sea adecuada y los podamos deglutir y digerir fácilmente.

Sin molares es dificilísimo masticar los alimentos. Adicionalmente, las verduras, las frutas y las cosas crujientes, duras o correosas son prácticamente imposibles de comer. Por eso es tan importante valorar las opciones de sustitución, siendo los implantes molares la solución más efectiva.

Los injertos óseos y de encía suelen ser necesarios para posteriormente colocar un implante molar

En las zonas molar y premolar es frecuentísimo que se presenten pérdidas de hueso y encías recesivas. Esto hace necesaria una cirugía previa al implante y un tratamiento de regeneración, al objeto de reconstruir el hueso y el tejido perdido.

Obviamente, los injertos óseos o de encías tienen un coste adicional notable y es necesario un tiempo prolongado de cicatrización antes de que se pueda colocar el implante molar.

Opciones para realizar un implantes de varios molares

Cuando la pérdida de piezas afecta a varios molares o premolares, la colocación de implantes molares individuales es siempre la opción más aconsejable.

La mejor alternativa es la colocación de dos implantes que servirán de base para colocar una prótesis fija y permanente en sustitución de toda la fila de premolares y premolares perdidos. La funcionalidad y durabilidad es similar a la de los implantes molares individuales.

En cualquier caso, lo más aconsejable es hacer caso a las recomendaciones de nuestro dentista, quien en función de cada caso decidirá que opción es más adecuada.

Qué hacer cuando se despega una carilla dental

Aunque las carillas dentales tienen una vida útil de entre 8 y 20 años, según su material constructivo y los cuidados que reciban, no son eternas ni tampoco infalibles.

De hecho, puede darse el caso de que una carilla se despegue, así que vamos a ver según las indicaciones de nuestro dentista en Ventas, paso a paso, cómo debemos actuar ante esta circunstancia imprevista:

1. Busca y recoge la carilla o sus trozos

Si la carilla está intacta, el odontólogo podrá recolocarla. Y si se ha roto, los trozos le facilitarán la tarea de fabricar o encargar una nueva carilla, idéntica en color, forma y espesor a la original.

2. No intentes pegar la carilla por tus propios medios

Puedes dañar la carilla y, con el paso del tiempo, el diente. La probabilidad de que sucedan ambas cosas, si has pegado la carilla por tus propios medios y has acudido al dentista, es prácticamente del 100%.

3. Pon la carilla a buen recaudo

Introdúcela en una cajita o bolsa de plástico. Si la depositas en un bolsillo o sobre algún mueble, aumentan las posibilidades de extravío.

4. Si es preciso, utiliza una solución temporal

Más allá del perjuicio estético, es posible que se presenten problemas de sensibilidad e incluso dolor en el diente afectado.

La cera dental es una aceptable alternativa para minimizar los problemas de sensibilidad y disimular el aspecto del diente.

5. Pide cita y acude cuanto antes al odontólogo

Cuanto antes sustituyas o recoloques la carilla, mejor que mejor: no solo recuperarás tu sonrisa sino que evitarás que el diente desprotegido sufra daños adicionales.

Si las carillas son de composite, hay dentistas que pueden fabricar una nueva sobre la marcha, siempre que dispongan del equipamiento necesario Por el contrario, la fabricación de una carilla de porcelana puede demorarse unos días.

Afortunadamente, lo normal es que las carillas no se desprendan ni se rompan. Las claves para evitar que eso ocurra son mantener una higiene dental impecable, no someter a la dentadura a esfuerzos para los que no está preparada y acudir al odontólogo si observamos la más mínima señal de movilidad o deterioro.