Aunque las carillas dentales tienen una vida útil de entre 8 y 20 años, según su material constructivo y los cuidados que reciban, no son eternas ni tampoco infalibles.
De hecho, puede darse el caso de que una carilla se despegue, así que vamos a ver según las indicaciones de nuestro dentista en Ventas, paso a paso, cómo debemos actuar ante esta circunstancia imprevista:
1. Busca y recoge la carilla o sus trozos
Si la carilla está intacta, el odontólogo podrá recolocarla. Y si se ha roto, los trozos le facilitarán la tarea de fabricar o encargar una nueva carilla, idéntica en color, forma y espesor a la original.
2. No intentes pegar la carilla por tus propios medios
Puedes dañar la carilla y, con el paso del tiempo, el diente. La probabilidad de que sucedan ambas cosas, si has pegado la carilla por tus propios medios y has acudido al dentista, es prácticamente del 100%.
3. Pon la carilla a buen recaudo
Introdúcela en una cajita o bolsa de plástico. Si la depositas en un bolsillo o sobre algún mueble, aumentan las posibilidades de extravío.
4. Si es preciso, utiliza una solución temporal
Más allá del perjuicio estético, es posible que se presenten problemas de sensibilidad e incluso dolor en el diente afectado.
La cera dental es una aceptable alternativa para minimizar los problemas de sensibilidad y disimular el aspecto del diente.
5. Pide cita y acude cuanto antes al odontólogo
Cuanto antes sustituyas o recoloques la carilla, mejor que mejor: no solo recuperarás tu sonrisa sino que evitarás que el diente desprotegido sufra daños adicionales.
Si las carillas son de composite, hay dentistas que pueden fabricar una nueva sobre la marcha, siempre que dispongan del equipamiento necesario Por el contrario, la fabricación de una carilla de porcelana puede demorarse unos días.
Afortunadamente, lo normal es que las carillas no se desprendan ni se rompan. Las claves para evitar que eso ocurra son mantener una higiene dental impecable, no someter a la dentadura a esfuerzos para los que no está preparada y acudir al odontólogo si observamos la más mínima señal de movilidad o deterioro.