Los implantes dentales no sólo son seguros para los diabéticos, sino que sustituir las prótesis dentales removibles por implantes dentales permanentes puede contribuir a mejorar la salud de los diabéticos. Expliquemos estas afirmaciones:

¿Cómo afecta la diabetes a los implantes dentales?

Existe una amolísima coincidencia estadística en que, cuando la diabetes está bien controlada, los procedimientos para colocar implantes dentales son seguros y su resultado muy predecible, con una tasa de complicaciones similar a la de los pacientes que no padecen diabetes.

La clave: tener controlada la diabetes

Pero la estadística también señala que los pacientes con diabetes no controlada tienen mayores tasas de infección tras el procedimiento y sufren más fracasos del implante.

Esto ocurre porque los implantes dentales se incrustan en el hueso de la mandíbula. Dependen de los procesos naturales de regeneración del organismo para que la mandíbula se integre con el implante (osteointegración).

Además, las encías también deben superar un proceso de cicatrización. Y sabido es que los pacientes con diabetes no controlada suelen sufrir problemas de cicatrización y que son más susceptibles a contraer infecciones.

La conclusión diáfana es que si el diabético tiene estrictamente controlada la enfermedad, no ha de sentir temor a colocarse implantes dentales.

¿Y cómo afectan los implantes dentales a la diabetes?

Las dietas más saludables para las personas con diabetes incluyen muchos alimentos frescos y enteros, que requieren una alta funcionalidad masticatoria. Los alimentos que requieren una mayor fuerza de mordida son las verduras y las carnes magras y poco procesadas, muy adecuadas para el régimen de las personas diabéticas.

La naturaleza permanente y fija de los implantes dentales hace que sea mucho más fácil masticar los alimentos aptos para los diabéticos que con las prótesis dentales.

Además, las prótesis dentales removibles son especialmente propensas a ajustar mal y a moverse, causando llagas e infecciones, algo que cualquier diabético debe evitar siempre que pueda.

La implantación de un implante dental requiere un tiempo de cicatrización relativamente largo. Sin embargo, este intervalo varía según el caso clínico y el tipo de trasplante.

Cicatrización con implantes tradicionales

El tiempo total de cicatrización de los implantes dentales tradicionales es de unos tres meses. Sin embargo, como de costumbre, será necesaria una extracción inicial en el sitio del implante y las encías necesitarán un período de curación y descanso de tres a cuatro meses.

Así que necesitamos este tiempo extra para que el implante se cure solo: de seis a siete meses.

Cicatrización de un implante de carga inmediata

El implante de carga inmediata es una tecnología donde el dentista puede extraer el diente natural y colocar el implante el mismo día.

Dado que es una cirugía de una sola vez, el tiempo total de curación se reduce a unos tres meses.

Este tipo de técnica de implantación no es apta para todos los pacientes.

Reconstrucción de implantes mediante cirugía guiada por ordenador

Estos son implantes ultrarrápidos hechos con la ayuda de cirugía computarizada. Este es un proceso más preciso que elimina o reduce significativamente la cicatrización.

Las consecuencias inmediatas son tiempos de curación más cortos y un período postoperatorio mejor.

Factores que influyen en el tiempo de cicatrización de un implante dental

Los tiempos facilitados son orientativos, ya que el período de cicatrización puede ser más largo o más corto en función de:

  • La propia tipología del paciente
  • Si se practica la higiene dental adecuada al caso
  • Que se mantenga una dieta según las pautas indicadas por el odontólogo
  • Finalmente, la ausencia de infecciones sobrevenidas durante el posoperatorio es un factor importante a la hora de acortar el período de cicatrización del implante.
Implantes molares

La falta de un diente acarrea problemas evidentes en la apariencia estética  y en la función masticadora. En el caso de los molares, el problema estético es menor pero, a cambio, se multiplica la pérdida de capacidad masticadora.

La mejor opción para paliar la pérdida de molares es, sin duda, el implante dental. Pero los implantes molares y premolares conllevan mayor complejidad que los implantes de incisivos y caninos.

La pérdida de molares y premolares complica enormemente la masticación

Los molares son las piezas dentales planas y anchas situadas en la parte más posterior de la boca. Y los premolares, de menor tamaño y similar forma, son las piezas adyacentes a los molares.

Ambos son imprescindibles para que la trituración de los alimentos sea adecuada y los podamos deglutir y digerir fácilmente.

Sin molares es dificilísimo masticar los alimentos. Adicionalmente, las verduras, las frutas y las cosas crujientes, duras o correosas son prácticamente imposibles de comer. Por eso es tan importante valorar las opciones de sustitución, siendo los implantes molares la solución más efectiva.

Los injertos óseos y de encía suelen ser necesarios para posteriormente colocar un implante molar

En las zonas molar y premolar es frecuentísimo que se presenten pérdidas de hueso y encías recesivas. Esto hace necesaria una cirugía previa al implante y un tratamiento de regeneración, al objeto de reconstruir el hueso y el tejido perdido.

Obviamente, los injertos óseos o de encías tienen un coste adicional notable y es necesario un tiempo prolongado de cicatrización antes de que se pueda colocar el implante molar.

Opciones para realizar un implantes de varios molares

Cuando la pérdida de piezas afecta a varios molares o premolares, la colocación de implantes molares individuales es siempre la opción más aconsejable.

La mejor alternativa es la colocación de dos implantes que servirán de base para colocar una prótesis fija y permanente en sustitución de toda la fila de premolares y premolares perdidos. La funcionalidad y durabilidad es similar a la de los implantes molares individuales.

En cualquier caso, lo más aconsejable es hacer caso a las recomendaciones de nuestro dentista, quien en función de cada caso decidirá que opción es más adecuada.

Qué hacer cuando se despega una carilla dental

Aunque las carillas dentales tienen una vida útil de entre 8 y 20 años, según su material constructivo y los cuidados que reciban, no son eternas ni tampoco infalibles.

De hecho, puede darse el caso de que una carilla se despegue, así que vamos a ver según las indicaciones de nuestro dentista en Ventas, paso a paso, cómo debemos actuar ante esta circunstancia imprevista:

1. Busca y recoge la carilla o sus trozos

Si la carilla está intacta, el odontólogo podrá recolocarla. Y si se ha roto, los trozos le facilitarán la tarea de fabricar o encargar una nueva carilla, idéntica en color, forma y espesor a la original.

2. No intentes pegar la carilla por tus propios medios

Puedes dañar la carilla y, con el paso del tiempo, el diente. La probabilidad de que sucedan ambas cosas, si has pegado la carilla por tus propios medios y has acudido al dentista, es prácticamente del 100%.

3. Pon la carilla a buen recaudo

Introdúcela en una cajita o bolsa de plástico. Si la depositas en un bolsillo o sobre algún mueble, aumentan las posibilidades de extravío.

4. Si es preciso, utiliza una solución temporal

Más allá del perjuicio estético, es posible que se presenten problemas de sensibilidad e incluso dolor en el diente afectado.

La cera dental es una aceptable alternativa para minimizar los problemas de sensibilidad y disimular el aspecto del diente.

5. Pide cita y acude cuanto antes al odontólogo

Cuanto antes sustituyas o recoloques la carilla, mejor que mejor: no solo recuperarás tu sonrisa sino que evitarás que el diente desprotegido sufra daños adicionales.

Si las carillas son de composite, hay dentistas que pueden fabricar una nueva sobre la marcha, siempre que dispongan del equipamiento necesario Por el contrario, la fabricación de una carilla de porcelana puede demorarse unos días.

Afortunadamente, lo normal es que las carillas no se desprendan ni se rompan. Las claves para evitar que eso ocurra son mantener una higiene dental impecable, no someter a la dentadura a esfuerzos para los que no está preparada y acudir al odontólogo si observamos la más mínima señal de movilidad o deterioro.

Muchos pacientes creen que las carillas dentales son para siempre, pero deben saber que tienen una duración concreta que cambia según distintos factores que veremos en este artículo. También analizaremos cuales son las carillas mas resistentes y su duración media.

De que depende que las carillas duren mas o menos

La durabilidad de las carillas dentales dependerá de varios factores entre los que podemos destacar los siguientes:

  • Calidad del material empleado para fabricar las carillas.
  • Colocación correcta de la carilla por parte del dentista.
  • Calidad del cemento que se haya utilizado para adherir la carilla.
  • Cuidados posteriores por parte del paciente una vez colocada la carilla, el cual deberá evitar morder alimentos u objetos que puedan ser duros.
  • Mantenimiento con una higiene correcta.

Cuánto duran las carillas dentales y cuáles son las más resistentes

Los cuidados del paciente durante el tiempo que lleve la carilla son fundamentales para calcular la vida útil máxima que se puede alcanzar.

Así, podemos hacernos a la idea de que una carilla puede durar incluso 30 años, pero también es verdad que muy pocos pacientes llegan a disfrutar de una vida útil tan larga con sus carillas dentales.

De hecho, se estima que una persona que tiene unos hábitos correctos con una adecuada higiene cada día, que no muerda alimentos u objetos duros, etc., puede disfrutar de sus carillas dentales unos 20 años.

Aunque, si se realiza un cuidado básico pero no se presta toda la atención necesaria, la vida útil de la carilla puede variar desde los 10 años y hasta los 15 años.

En los casos más extremos donde no se cuida en absoluto de ella, incluso en unas pocas semanas pueden empezar a aparecer las primeras imperfecciones, muy especialmente si se muerden objetos o alimentos de elevada dureza.

dientes provisionales estéticos

En esta ocasión vamos a hablar de los dientes provisionales estéticos, analizando de qué se trata y los principales usos de este tipo de piezas dentales tan necesarias para una pronta recuperación tanto estética como funcional de la boca.

Qué son los dientes provisionales estéticos

Los dientes provisionales estéticos son prótesis temporales que tienen como objetivo recuperar lo antes posible las funciones y la estética de la boca.

El hecho de ser una prótesis temporal significa que el paciente todavía estará a la espera de la prótesis definitiva, la cual colocará el especialista en nuestra Clinica dental en Ventas más adelante por diferentes motivos, de manera que se evita que el paciente esté sin una de sus piezas dentales durante un determinado tiempo.

Por norma general, este tipo de diente provisional estará fabricado con resina, gracias a lo cual adquiere una gran resistencia incluso cuando hay que realizar tratamientos en los que la pieza provisional tiene que estar durante meses en la boca del paciente, o incluso si, por motivos económicos, el paciente prefiere seguir utilizando el diente profesional durante un tiempo antes de colocarse la pieza definitiva.

Para qué se usan estas piezas dentales

A la hora de colocar un implante dental, en primer lugar se coloca el tornillo, el cual deberá unirse de forma natural al hueso del maxilar del paciente.

Este proceso es conocido como osteointegración, y generalmente tiene una duración de alrededor de tres meses, tiempo durante el cual el paciente todavía no reciben su diente definitivo.

En caso de no existir los dientes provisionales estéticos, el paciente se encontraría con que está todo este tiempo sin su pieza dental, lo cual supone un problema tanto a nivel estético como funcional.

Sin embargo, en el momento de colocar el tornillo, lo que se hace es utilizar un diente provisional que ocupará el hueco vacío, y una vez que haya finalizado la osteointegración no haya avanzado lo suficiente, el odontólogo se encargará de retirar el diente provisional estético para colocar la pieza definitiva.

Tratamiento retraccion de encias

La retracción de encías es un problema que afecta a un alto porcentaje de la población, el cual es importante detectar con antelación para proceder a aplicar el tratamiento más adecuado y evitar de este modo que se puedan desarrollar otros problemas bucodentales que pueden llegar a ser incluso de elevada gravedad.

Tratamiento retraccion de encias

Qué es la retracción de encías

También conocida como recesión gingival, la retracción de encías es una patología a través de la cual se produce un retroceso del margen de la encía que da lugar a que el diente quede descubierto.

Síntomas que se presentan

Es importante conocer los síntomas de la retracción de encías con el objetivo de detectar su presencia y actuar con la máxima antelación posible:

  • Aumenta la sensibilidad tanto al frío como al calor.
  • Comienza a aparecer caries en las raíces de los dientes.
  • Poco a poco se observa que se va perdiendo encía.
  • También se va perdiendo hueso de soporte para los dientes, lo cual puede acabar desembocando en la pérdida del diente.

Tratamiento para la retracción de encías

Para llevar a cabo el tratamiento en nuestra clinica dental las ventas, es muy importante estudiar el estado de la encía del paciente, y sobre todo las razones por las que se ha producido la retracción de encías:

  • Retracción por piorrea: se deberá retirar todo el sarro acumulado incluso en el interior de las encías, así como eliminar las bacterias acumuladas.
  • Retracción por cepillado traumático: si la retracción se produce por un cepillado excesivamente fuerte, es importante enseñar al paciente la forma correcta en la que lo deberá llevar a cabo.

Una vez que se ha realizado cualquiera de estos tratamientos, dependiendo de la evolución de la retracción de encías, es posible que se necesite proceder a realizar una cirugía para recubrir la encía, la cual consiste en cubrir la encía utilizando un tejido artificial o tejidos del propio paciente, con lo cual se logrará restaurar la encía para evitar que el proceso siga avanzando.

Diferencias entre implantes de zirconio y ceramica

Desde nuestra clinica dental en Ventas analizamos las diferencias entre los implantes de cerámica y los implantes de zirconio, dos alternativas que tienen sus ventajas e inconvenientes en función de las necesidades que tenga el paciente.

Qué son los implantes de cerámica y los implantes de zirconio

Dentro de los diferentes tipos de implantes destacan los implantes de cerámica, los cuales han sido fabricados con porcelana, una solución que supone grandes ventajas con respecto a los implantes metálicos.

En cuanto a las coronas de zirconio, es un tipo de implante fabricado con el citado material, que se caracteriza por su elevada resistencia, gracias a lo cual es ideal para aquellos casos en los que hay que trabajar sobre estructuras completas.

Principales diferencias entre ambos tipos de implantes

Entre las particularidades de los implantes cerámicos destaca que se trata de un material que tiene una conductividad térmica muy baja, su color es muy estable con el paso del tiempo, no presenta rechazos por parte del organismo del paciente y tiene una elevada resistencia.

  • Al ser traslucida se adapta mucho mejor a la tonalidad del diente, logrando un resultado más estético.
  • Tampoco provoca alergias ni causa coloración en las encías.
  • Sin embargo, se trata de un material menos resistente que el zirconio, además de que no sirve para reemplazar piezas dentales que sean muy oscuras debido a su transparencia.

En cuanto al implante de zirconio, se trata de un tipo de implante muy biocompatible que prácticamente garantiza la tolerancia en todos los pacientes, previniendo la aparición de alergias que son habituales en los implantes metálicos.

  • Permiten controlar mejor la tonalidad del diente, adaptándose a todo tipo de paciente y con unos resultados completamente naturales.
  • También tiene otra ventaja que es el hecho de ser un material más ligero y no presenta problemas a la hora de consumir alimentos fríos o calientes.

En ambos casos se trata de coronas de gran calidad, con la particularidad de que el zirconio es más resistente y de color blanco, por lo que se recomienda su utilización especialmente en los casos en los que hay que cambiar varias piezas dentales.

Sin embargo, la cerámica tiene también buena resistencia y su transparencia facilita la corrección de los problemas que presenta la pieza dental garantizando la máxima similitud con respecto a las piezas dentales colindantes.

A la hora de garantizar la máxima higiene y seguridad en la boca del paciente, es muy importante realizar procedimientos que sean efectivos como es el caso del curetaje dental. Uno de nuestros dentistas en Ventas, nos habla acerca de qué se trata y los casos en los que se recomienda recurrir a esta alternativa de limpieza bucal.

Qué es el curetaje dental

Se conoce como curetaje dental o como raspado a una limpieza bucodental mucho más profunda.

Es importante que los pacientes, cada cierto tiempo, realicen una limpieza bucodental en su clínica de confianza, ya que sólo así se consigue garantizar la eliminación del sarro y de todos los restos que se han ido acumulando especialmente en las piezas dentales.

Sin embargo, la falta de higiene bucodental o de la realización de limpiezas regulares, pueden dar lugar a una acumulación excesiva de placa bacteriana y sarro, lo cual va a derivar en diferentes enfermedades como pueden ser la gingivitis o la periodontitis.

Cuándo se recomienda este sistema de limpieza

La acumulación de bacterias que forman la placa bacteriana poco a poco y debido a la mineralización, va creando un depósito duro que es conocido como sarro.

El sarro no se puede eliminar con la limpieza bucal normal que realizamos con el cepillado, lo que significa que, aunque el paciente empiece a cumplir con la higiene bucodental adecuada, igualmente deberá acudir a su clínica para llevar a cabo una limpieza completa que permita eliminar todos los restos que se han podido ir acumulando.

En caso de no hacerlo, este sarro se va acumulando en mayores cantidades, y poco a poco se va introduciendo por debajo de la encía dando lugar a lo que se conoce como bolsas periodontales.

En estas zonas se acumula el sarro con las bacterias, y poco a poco va afectando al hueso, por lo que en estos casos es importante realizar una limpieza en profundidad incluso por debajo de la encía para eliminar dichas bolsas, y el único procedimiento que permite una completa limpieza de esta intensidad es el curetaje dental o raspado.

El absceso dental es una infección en los tejidos internos de la boca que cursa con gran producción de pus e inflamación aguda, provocando molestias y dolores muy fuertes. La manifestación externa de un absceso dental es el coloquialmente denominado flemón.

Sin un adecuado tratamiento, la infección puede extenderse a otras partes de la boca e incluso del cuerpo.

Causas

El origen del absceso dental siempre es una infección bacteriana. Inicialmente la bacteria ataca a un diente con caries, a la parte externa de la encía, a la raíz del diente o incluso a la zona ósea en la que la pieza dental está anclada a la mandíbula. En los tres últimos casos la causa de fondo suele ser una gingivitis o una periodontitis.

Evolución

Los tejidos blandos de la boca que rodean a muelas y dientes son el caldo de cultivo ideal para las bacterias, por lo que estas se propagan con rapidez originando masas de pus muy importantes.

Si el pus encuentra una vía de salida, la infección, aun siendo grave, puede parecer poco aparatosa. Pero si no ocurre así, a medida que se destruye el tejido el pus se acumula en el interior provocando una gran tensión y un aumento de volumen. Es el conocido flemón.

Además de la inflamación y la irritación, las bacterias suelen afectar al nervio dental, por lo que estos abscesos suelen cursar junto con dolores de una altísima intensidad.

Tratamiento

El tratamiento de primera elección según los dentistas de Area Dental, consiste en la utilización de antibióticos. Si el absceso es muy importante, el odontólogo puede decidir drenarlo previamente para extraer el pus,  aliviando los dolores del paciente y acelerando el proceso de curación.

Los antibióticos se acompañan con la administración de analgésicos y antiinflamatorios orales.

Si la infección ha sido de envergadura, es muy probable que una vez eliminada haya que proceder a extraer una o varias piezas dentales.

Tras el tratamiento de un absceso dental debe atacarse el trastorno de fondo que provoca la infección: caries, gingivitis o periodontitis. De lo contrario, el paciente sufrirá episodios recurrentes de infección, con o sin absceso.